Lo que queremos conseguir es un intercambio cultural entre personas de nuestros pueblos y visitantes de otras comunidades y países. Estos visitantes son muralistas con experiencia en este tipo de actos y acostumbrados a trabajar en equipo.
Fruto
de este intercambio entre culturas resultarán una serie de murales que durante
muchos años quedarán en las fachadas de los pueblos como muestra y recuerdo de
lo sucedido.
Pero
no se pretende que la relación entre las personas se limite solo a la
realización de los murales, esto va mucho más allá. Los habitantes de los pueblos alojarán a los muralistas en sus casas y todos los días al acabar la jornada locales y muralistas nos juntaremos en las cenas para compartir lo vivido.
-Enriquecer
la cultura de nuestros pueblos.
-Ofrecer
a la comunidad diferentes visiones del arte mural.
-Crear
un vínculo entre los invitados y los locales.
En cada pueblo quedará un mural. La totalidad de las intervenciones se realizarán con la ayuda de las personas de los pueblos, de tal
manera que luego se sienta como algo propio, algo realizado para el pueblo y compartido con artistas de otros lugares.